Medio : El Tiempo, Colombia: eltiempo.com
Fuente :
Enlace :
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-6282268
Título : "El Que Abarató El Pan"
Fecha de publicación : 5 de octubre de 2009
Materia : Colombia, Derechos Humanos
Colección / Serie : Editorial - opinión
Zona geográfica : Colombia, chocó
Fecha de los hechos : 1996 - hasta ahora.
Entidades y personas mencionadas:
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-6282268
Hay que reconocer que el Gobierno, en cabeza de su presidente, piensa muy bien las cosas. Su plan para destruir la selva del Chocó, llamada el Chocó Biogeográfico, es perfecto y logrará plenamente su objetivo.
Los que amamos la Tierra, los que queremos a Colombia, los que no tenemos cargo en el Gobierno y no lo estamos buscando, démonos por tremendamente heridos y desilusionados: la selva del Chocó, que nos asegura un enorme potencial de riqueza para el futuro, riqueza en aire, en agua, en biodiversidad, en dinero, ya comenzó a ser destruida inmisericordemente y para detener esta barbarie no bastan las advertencias de la Unesco que la declaró Patrimonio de la Humanidad (en el Parque Katíos), ni los gritos de nosotros los que luchamos por la Tierra sin obtener sueldos ni porcentajes, ni los llamados angustiosos de las comunidades indígenas y negras que allí habitan.
El gobierno que nos ha tocado padecer es ciego, sordo y descarado y, sin necesidad de hilar fino, podemos calificarlo de antipatriótico, así sea muy popular.
Esto demuestra además la casi nula idea que tienen los colombianos de lo que es respeto al medio ambiente. ¿Cómo pueden, por ejemplo, apoyar otra reelección de un gobernante que está destruyendo nuestra tierra?
En Inglaterra se le rindió homenaje a un ministro de la reina Victoria y su nombre pasó a la posteridad en libros, anales, documentos y monumentos. El elogio es sencillamente elemental y categórico: "Al ministro que abarató el pan". Nuestros anales tercermundistas dirán y ya lo están escribiendo. Se trata del calificativo que distinguirá en la historia al presidente Uribe: "Al Presidente que destruyó el Chocó".
Suficientes palabras para eterno baldón. Esta campaña bien orquestada y convertida en plan de gobierno para destruir el Chocó Biogeográfico marcha en tres frentes:
1) Carretera Ánimas-Nuquí.
2) Plantaciones de palma africana.
3) Proyecto de la carretera por el Tapón del Darién.
Hablemos hoy del primero, la carretera que unirá el interior del país con la Costa Pacífica, con llegada en Nuquí. Como por estos lares las cosas son así, uno está perfectamente habilitado para preguntarse si no será que alguno de los padres de la carretera tiene finquitas o terrenos por esos lados y los va a favorecer o los va a hacer subir de precio.
La pregunta es válida, así la respuesta sea negativa. Entre nosotros, una carretera de esas características conlleva la destrucción definitiva de la selva.
No sería así en países del primer mundo, donde la gente no tiene hambre y, por ende, no está desesperada por conseguir "una tierrita" para allí afincarse y cultivarla. La carretera destruirá cuatro ecosistemas: la Serranía del Baudó, las cuencas de los ríos Atrato y San Juan y la Costa Pacífica en el área de Tribugá.
Las cuencas de los ríos San Juan y Atrato están catalogadas como algunas de las zonas de mayor biodiversidad del planeta. Uno ya no sabe qué decir, cómo gritar, a quién clamar, qué armas tomar para protestar ante semejante barbaridad. Aquí sencillamente destruimos los patrimonios de la humanidad con una tranquilidad que aterra. ¿Un gobierno así, cómo es posible que esté gerenciando un país, aniquilando un país y su futuro?
Pues sí, tenemos un gobierno que aniquila el futuro del país. Y lo más triste es que hay compatriotas que están todavía pensando en volver a entronizarlo.
(Continuará) * * * Precisamente, para calmar esta rabia telúrica me llega el precioso poemario de amor de Carlos Vásquez-Zawadski. El libro se titula. Amares.
Dice un poema: "Tus ojos se comen lejanías y horizontes azules y naranjas en regiones transparentes. Ven, viajemos como la sal en el mar océana, nuestra isla continúa en orillas y naufragios".